Se trata de un registro contable fundamental en el que se consolidan todas las operaciones económicas y financieras de una entidad, clasificadas por cuentas. Es un componente esencial de la contabilidad de doble entrada, donde cada transacción se registra en al menos dos cuentas, reflejando tanto el origen como la aplicación de los recursos.
De acuerdo con el Código de Comercio español, en sus artículos relacionados con las obligaciones de los empresarios en materia de contabilidad (art. 25 al 28), se establece que todo empresario debe llevar una contabilidad ordenada, adecuada a la actividad de su empresa, que permita un seguimiento cronológico de todas sus operaciones, así como la elaboración periódica de balances y cuentas anuales. Este marco legal exige que los libros contables, incluido el Libro Mayor, sean llevados con claridad, sin espacios en blanco ni interpolaciones, de forma que reflejen con veracidad la situación financiera de la entidad.
Además, el Plan General de Contabilidad (PGC), que desarrolla los principios de contabilidad de aceptación general en España, proporciona el marco técnico detallado para el registro y clasificación de las operaciones financieras en el Libro Mayor, estableciendo las normas para su adecuada interpretación y presentación
« Volver al glosario